Prófugo...

Siguiendo el ritmo del caer del sol, intentaba hundirse en el horizonte.
Cansado de todos los temores de la ciudad.
Alejándose del diario consumismo.
Pisando el acelerador, inhalando el aire de soledad desértica.
Recordando siempre lo perdido.
Pero siempre movido por la ansiedad de encontrar nuevas riquezas.
Mirando el ocaso, tan rojo, tan profundo.
Sus colores le hacían pensar que el sol derramaba su sangre.
Y las imágenes en su mente mostraban su última acción en la gran ciudad.
Buscado por las autoridades.
Su nombre con adjetivos; título de los diarios.
”Asesino De Adinerados”.
Suelta lágrimas, resultado de la mezcla del placer, y el dolor.
Arroja su teléfono en la arena.
Desea en voz alta tener las fuerzas suficientes para no volver.